¿A quién no le gusta el pollo? ¿y sabéis todos los beneficios que tienen el limón ? ¿y el jengibre?
Pues imaginaos juntar todo esto en una misma receta… sencilamente brutal, escandalosamente delicioso, sano, saludable… o sea que tenéis que hacerla porque os va a encantar.
Además todos son ingredientes muy económicos y se encuentran con facilidad en cualquier supermercado.
No me voy a extender más porque ya tenéis todos los beneficios explicados en otras entradas y sé que estáis deseando hacer la receta!
Ingredientes
🔸4 muslos de pollo sin piel y sin hueso
🔸2 limones
🔸Jengibre fresco
🔸4 dientes de ajo
🔸1 cebolla grande
🔸Caldo de pollo
🔸Sal y pimienta
🔸Aceite de oliva virgen extra
🔸Dos cucharaditas de maicena
Preparación
- Lo primero que tenéis que hacer es deshuesar el pollo y cortarlo en trocitos pequeños. Si no sois muy diestros todavía y no domináis el cuchillo, podéis pedir en la carnicería que os lo hagan.
- Salpimentar los taquitos de pollo.
- En un bol lo pondremos a macerar. Por tanto, añadir a la carne el jugo de los dos limones y jengibre fresco rallado al gusto.
- Mezclar bien con una cuchara y dejar que repose al menos durante una o dos horas.
- Si los dejáis toda una noche más gustito habrá cogido.
- En una cazuela, echar un chorro de aceite de oliva virgen extra y poner a dorar los ajos.
- Cuando se empiecen a tostar, añadir el pollo escurriéndolo del juguito de la maceración (no lo tiréis que lo necesitaremos más adelante).
- Dorar el pollo a fuego medio-fuerte, ya que al haber absorbido líquido de la maceración, ahora empezará a soltarlo, y si el fuego está muy bajo se cocerá.
- A continuación, echar la cebolla cortada en juliana fina y dejar que se dore con el pollo.
- Cuando ya veáis que está todo doradito y prácticamente se está quedando sin jugo, es momento de añadir las dos cucharaditas de maicena.
- Remover un poco y agregar el jugo de la maceración que nos había sobrado y el caldo de verduras.
- Ahora si, llevar a ebullición, y bajar el fuego.
- Dejaremos que se vaya haciendo poco a poco, una media hora aproximadamente, o hasta que veáis que el caldo está espesando.
Ya tenéis la receta lista y a punto para hincarle el diente. No os va a defraudar, os lo prometo!