El calabacín es una hortaliza que podemos disfrutar hoy en día gracias al descubrimiento de América, ya que allí se consume desde hace más de 10.000 años.
Podemos encontrarlo por diferentes nombres según donde estemos: calabacín, zapallito, zuchini…
¿Qué hace que el calabacín sea tan interesante para la dieta?
Pues mayormente, al ser un alimento que contiene bastante agua y fibra, hace que se llene el estómago y tengamos la sensación de saciedad.
Por eso es el mejor aliado en las dietas de adelgazamiento y además tiene muy poquitas calorías… para que te hagas una idea, un calabacín de unos 250 gr, tan solo tiene 48 calorías.
¿Cuáles son sus propiedades?
No solamente el calabacín es muy preciado por ser bajo en calorías sino también porque también es fuente de abundante fibra y grandes cantidades de nutrientes esenciales: VITAMINAS Y MINERALES.
- Vitaminas: las más destacables en el calabacín son la vitamina A y vitamina C (siempre que se consuma crudo o ligeramente cocido al vapor). Solamente un calabacín medianito ya aporta el 60 % de las necesidades diarias de éstos nutrientes. También tiene un alto contenido en vitaminas del grupo B, que son esenciales en nuestro organismo para obtener energía… Así como la cantidad de ácido fólico, una vitamina importantísima para la salud del sistema nervioso y el sistema inmunitario.
- Minerales: rico en potasio (que contribuye a regular la tensión arterial y la distribución de líquidos en el cuerpo), también contiene 3 minerales esenciales como son el calcio, fósforo y magnesio (para el buen estado de los huesos) y el hierro.
- Fibra: Es una hortaliza muy interesante en cuanto a fibra, siempre y cuando se consuma con su piel, por lo que es estupenda para nuestra flora intestinal… Pero además el calabacín es rico en mucílagos, una sustancia como gelatinosa que va muy bien para proteger el mucosa del sistema digestivo.
¿Cuáles son sus beneficios?
Como te he comentado anteriormente, por ser un alimento que aporta gran cantidad de nutrientes esenciales y pocas calorías, se hace indispensable en la dieta de cualquier persona.
- Personas con sobrepeso, hipertensión, problemas digestivos, estreñimiento o retención de líquidos.
- Ideal para los bebés, prácticamente es la primera hortaliza en incorporar en la alimentación por su suavidad, sabor, textura y calidad nutritiva.
- En general para cualquier persona que, aún gozando de un buen estado de salud, quiera cuidarse por dentro y por fuera, ya que además, es una gran fuente de antioxidantes.
¿Cómo consumirlo?
Para aprovechar al máximo sus propiedades lo mejor es consumirlo con su piel (siempre muy limpia), en ella es donde se encuentran la mayor parte de todos los nutrientes que hemos comentado.
Una de las mejores formas de consumirlo es crudo o con un ligero golpe de vapor, así conservará todas sus propiedades.
Pero si optas por hervirlos, no tires el agua de cocción, ya que te puede servir como caldo para cualquier guiso, sopa o crema, ya que gran parte de las vitaminas contenidas en la piel del calabacín se disuelven en el agua.
Las flores del calabacín, también se pueden comer, además son muy preciadas en alta cocina, y son base de platos gourmet con un toque de sofisticación… Tienen sabor dulce con una ligera nota amarga, y se pueden consumir crudas en ensaladas, cocidas al vapor con otras verduras, fritas o rebozadas.
Tipos de calabacín
- Minicalabacines: son muy pequeñitos, porque se recolectan muy pronto, y son los mejores para consumir crudos en ensalada.
- Verdes oscuros: Encontramos los Sofía y Samara… Son los calabacines alargados, típicos de la zona mediterránea, y que por lo tanto, solemos encontrar con más frecuencia en supermercados. Y aunque también podrían consumirse crudos, son estupendos para todo tipo de platos.
- Verdes claros: tenemos las subvariedades Grison y Clarita… los primeros verde claro y con puntos grises, y los segundos, más blancos.
- Amarillos: no son tan conocidos, y al ser más dulces y de textura más blanda son ideales para consumirlos en sopas y cremas.
- Redondos: son conocidos como calabacín luna, y al tener su forma redonda son ideales para hacerlos rellenos o una crema, presentándolos en su propio caparazón.
¿Cómo cocinarlo?
El calabacín es una de las hortalizas más versátiles en la cocina.
- Sirven como base de un sofrito.
- Como guarnición o complemento de un plato.
- Como un primer plato en forma de crema, revuelto, relleno, etc.
- Otras formas más originales de cocinarlo es haciendo unos raviolis o canelones (cortándolo en finas láminas con una mandolina) o a modo de espaguetis (pasándolos por un espiralizador de vegetales), y acompañándolos de cualquier salsa o aliño, ya que prácticamente combinada con todo.
- Hasta en repostería, podemos utilizar calabacín para hacer unos deliciosos bizcochitos.
Ahora que sabes un poquito más sobre el calabacín, ¿te faltan motivos para consumirlo?